miércoles, 11 de abril de 2007

Es verdad?

Sí, es verdad. Me acuesto con un hombre por plata. Y qué tiene? Me colapsan todos ustedes, con sus miradas cartuchas a la mina puta. Pero yo soy esa, y no esa otra, que entra a la iglesia masticando un "perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden...", como quien mastica un chicle, y mira la imagen de Jesucristo pensando en lo fea que está la vecina, en el hombre de enfrente que pone cara de santo, y que -todo el mundo sabe- se caga a la señora con la vieja de la tercera fila, y así sigue la vieja, comiéndose la vida de todos aquellos que tiene alrededor, y no se da cuenta que está tan ensimismada, que tiene la vista pegada al sexo de jesucristo, y que la vecina del lado la miró justo cuando estaba en el clímax de su "opinología en la iglesia", y le contó a la Loca Juana que la vecina del uno le estaba mirando el pico a la imagen de Jesucristo. Al final la vieja sale contenta, saludando a sus vecinas y amigas, a las que envidia y torturaría si pudiera, a las que jamás les regalaría un trozo de pan si tuviesen hambre, y se ríe y dice un chiste, y se va corriendo con los cabros chicos a la casa, a redondear el pelambre con la nana.
No, yo no soy esa. Tampoco soy ese que tortura a sus obreros, y después sale en la tele, riéndose contento. No soy tampoco aquel que encasilla a las personas, y las limita a vivir. No soy ni el cruel, ni el rico abusador, ni la irrespetuosa, ni la huevona mala.
Soy la Gala, y sí, me acuesto con un hombre...por plata.

2 comentarios:

Chago dijo...

Me gustó tu escrito, tiene una suerte a crítica social y a frontalidad que me recuerda a ti, serás la Gala acaso? Si es así, cuenta la tarifa :P, sino, tu te lo pierdes, jejeje.

Una blogera más, dejo mis saludos

Un beso, espero nos veamos alguna vez.

Nico dijo...

Tay finoli, Chago !